Ignacio es un músico totalmente autodidacta, aunque las primeras falsetas de Diego del Gastor, se las puso su abuelo con la boca, tarareando. Un hombre que ha trabajado toda su vida de albañil, un hombre que toca la guitarra en un mundo donde salen montones de discos de guitarristas que solo son intérpretes. En Ignacio fluyen las notas de forma natural, como un pequeño arroyuelo a veces, como una catarata otras... Ignacio enlaza todo el lenguaje musical aprendido en su casa, ocupando un hueco personal y profundo, con sonido propio dentro de la universal guitarra moronera. Utiliza la circulación de falsetas de un palo a otro con la naturalidad propia de su familia y prioriza su discurso musical ?cantando? a través de las cuerdas de su guitarra.
