Perico “El Pañero” es un cantaor de gran personalidad nacido en
Algeciras en el seno de una familia ligada al cante. El Apodo le viene
por su abuelo que vendía paños, de ahí pasa a su padre José Lérida
Cortés “el Pañero” y de ahí a la siguiente generación. Sin duda, el
cante le viene de familia, especialmente por su línea paterna. Su padre
cantaba muy bien, pero no le gustaba ser artista. Su abuelo paterno,
José Lérida Cruz fue un grandísimo aficionao, así lo constatan los que
lo conocieron, como Sordera o Paco Valdepeñas. Cantaba y bailaba, y fue
íntimo amigo de los grandes del cante, ya que dedicó gran parte de su
vida a estar con ellos (Antonio Mairena, Juan Talega, Tomás Pavón,
Juanito Mojama…). Su abuela María Cortés Cortés cantaba por seguiriyas
de una forma magistral, con una pureza exquisita. La madre de ésta, y
por tanto su bisabuela conocida como La Pichanta, fue una cantaora muy
admirada por Enrique El Mellizo.
PERICO EL “PAÑERO” es
un cantaor gitano nacido en Algeciras en el seno de una familia ligada
al cante. Con estos antecedentes familiares, y con la influencia de
aquellos gitanos viejos del Campo de Gibraltar, es normal que su cante
fluya por los cauces que emanan de los manantiales más puros.
Con tan solo 38 años, es un gran conocedor de los cantes. A los que dota
de un exquisito sabor añejo. Se trata de un cantaor de otra época, que
sin duda hemos tenido la suerte de que naciera en la nuestra para poder
disfrutar de su arte sin artificios. Perico es capaz de transmitir todo
el sufrimiento que se esconde en cada tercio; el sufrimiento legado de
sus antepasados.
Su eco gitanísimo, su voz clara, su musicalidad y su gran oído, lo dotan
de unas cualidades excepcionales para abordar cualquier palo. Pero sin
duda donde más a gusto (o a disgusto) se encuentra es en la seguiriya,
donde consigue revivir a genios como Tomás Pvón, Manuel Torre, Niña de
los Peines, Juanito Mojama o Antonio Mairena Mairena, pero siempre con
su inconfundible personalidad.